Sala: Teatro Galileo Autor: José Luis Alonso de Santos Director: Fernando Soto Intérpretes: Paco Manzanedo, Miguel Barderas, Ahmed Younoussi y Daniel Gallardo Duración: 55'
Información práctica (el enlace no operativo puede significar que no está en cartel)
Paco Manzanedo y Ahmed Younoussi
Desde luego, no es el mejor texto de José Luis Alonso de Santos, aunque yo diría que podría resultar más aprovechable que en esta versión de Fernando Soto. ¿Es el mismo Fernando Soto que ha dirigido Constelaciones y El minuto del payaso? Cuesta creerlo. Esas dos son funciones de vuelo amplio, puestas en escena que evitan marcar el paso, que abren perspectivas a los lados de un camino transitado sin orejeras. En brazos del enemigo no se sale ni un momento de lo que parece que va a ser en los primeros cinco minutos. Dos más dos cuatro, y que nadie espere más floritura.
Puede ser que Soto haya querido adecuar su estilo al realismo del texto. Así como hay actores camaleónicos y actores que siempre hacen el mismo papel (déjenme exagerar para que nos entendamos) -y los hay buenos en uno y otro canal- hay también directores de escena con un estilo siempre reconocible y directores que lo pliegan a lo que creen que el texto les demanda. Quizá Soto haya tenido razón en mantenerse en este carril de lo convencional, quizá sea lo que el texto pide. Pero aun así, hay torpeza en el evidente bajón de tensión, en el pinchazo de la interminable travesía en el bote con el que el ruso trafica y en el que ha puesto a remar al pobre moro sin papeles. La función se cae, se termina de caer en el momento lírico en el que -contemplando las estrellas- el ruso canta una canción de su país y ya no se levanta.
* * *
Y, sin embargo, hay un buen motivo para verla: un extraordinario actor llamado Ahmed Younoussi que, acabo de enterarme, trabaja en El príncipe. Nunca me atrevo a emitir una opinión definitiva con un único papel visto a alguien, pero esta vez casi me atrevería a hacer una excepción. Este Mustafá que Younoussi compone se lleva de calle la función, es hondamente real, conmueve y hace reír. Hay que verlo escuchar la historia del mudo y el perro que el ruso le cuenta. A ver si hay suerte y Younoussi sigue pisando escenario, pienso estar atento.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ánimo, comente. Soy buen encajador.