domingo, 12 de mayo de 2019

MUNDO DANTE

Sala: Nave 73 Autor: Pedro Víllora Directora: Dolores Garayalde Intérpretes: Ángel Mauri
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no está en cartel)



VA MUY LENTO CON EXPLORER, INTÉNTELO CON CHROME

FORTALEZA EUROPA

Mundo Dante parece ser una discoteca en la que no todos pueden entrar. Para eso está el portero. La disco es trasunto evidente de la fortaleza Europa. El portero, el precipitado de nuestros miedos, guardián que garantiza que lo nuestro no se reparte. Que aquí no se cuele nadie. Y, sin embargo, esta ambicionada fortaleza parece encerrar entre sus muros el infierno de la Divina Comedia, que el texto escancia ora en toscano ora en traducción sucesiva al castellano. ¿Demasiado complejo? Así descrito, puede parecerlo. Pero el resultado en escena es comprensible y coherente.

No ocultaré que la puesta en escena tiene aspectos mejorables: una escenografía que, junto a elementos eficaces, dispone algunos otros que apenas ofician de relleno; o una iluminación poco más que básica. Pero la función dispone de la baza fundamental del intérprete. Vi hace poco a Ángel Mauri salir airoso de una pieza imposible (un Gilgamesh hundido en el sopor), pero es difícil juzgar a un intérprete por una única interpretación. Esta vez no hay duda. Mundo Dante le exige un abanico de personajes tan heterogéneo que es como si nos proyectara su vídeo-book. Con todo puede: con el portero facha, la jovencita latina, el africano o la Francesca de Dante. Los consejos son odiosos desde una crítica, pero no puedo resistirme cuando con tan poco se podría ganar mucho: diez minutos menos.

Ya les digo que, a veces, soy de reacciones extremadamente tardías. No sé si será porque iré hoy a ver Metálica, pero me he dado cuenta de pronto del estrecho parentesco entre Mundo Dante Monta al toro blancode Guardamino. No sólo por el tema -esta Europa encastillada a solas con sus miedos y sus neurosis- sino también por su tratamiento, en el que la hipérbole tiene lugar privilegiado.

Salí con la sensación de que tanto el texto como la interpretación se hubieran merecido una puesta en escena a su nivel. Como decía en la crítica en papel, Mauri encarna varios personajes distintos con gran soltura, y todos están centrados. Pero, aunque quizá algún día esta frase dejará de tener sentido, pocas cosas ponen más a prueba al intérprete que el cambio de género. Y les aseguro que nunca he visto a un hombre -y un hombre con este físico masivo- interpretar a una muchacha con mayor verosimilitud y más encanto que a Mauri transmutado en Francesca.

Menos mal que, al menos, los artistas tienen claro lo que está ocurriendo a nuestro alrededor. Todos los organismos que tienen alguna cuchara que meter en el análisis económico -bien poco sospechosos de rojerío o de teresadecalcutismo- repiten una y otra vez que necesitaremos millones de inmigrantes durante los próximos años si queremos mantener nuestro nivel de bienestar. No sé si lo han entendido: no es que tengamos que hacerles el favor de dejarlos entrar, son ellos quienes tienen que hacernos el de venir. Ayer mismo, ese peligroso marxista-leninista antisistema que es Garrigues Walker (al que veo a menudo en el teatro, por cierto) lo repetía en La Vanguardia. ¿Alguno de ustedes ha oído decir esto de la bomba demográfica y la necesidad de la inmigración a algún político (uno, sólo uno) en la marea de campañas electorales que nos ahoga? Nasti de plasti. Como creen que somos idiotas, no nos dicen la verdad, por si nos asustamos y no les votamos. Nos la tienen que decir Víllora o Guardamino. El día en que todo esto se hunda en la debacle final, les quedará el flaco consuelo de recordar que ellos avisaron.
P.J.L. Domínguez

          

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