miércoles, 6 de febrero de 2019

EL CASTIGO SIN VENGANZA

Sala: Teatro de la Comedia Autor: Lope de Vega (versión de Álvaro Tato) Directora: Helena Pimenta Intérpretes: Alejandro Pau, Fernando Trujillo, Joaquín Notario, Lola Baldrich, Nuria Gallardo, Rafa Castejón, Carlos Chamarro, Beatriz Argüello y Javier Collado anuela Morales, Elena Rey, Charo Gabella, José Juan Sevilla, Dolores Cardona, Lía Pastor y Leire Izquierdo  Duración: (olvidé apuntarla)
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que ya no está en cartel)





SI VA MUY LENTO CON EXPLORER, INTÉNTELO CON CHROME

Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:

TITANIC
Cada vez que uno ve El castigo sin venganza  entiende el calificativo de Fénix de los ingenios. Incluso en esta edad nuestra, lacia y poco elogiadora, sigue pareciendo merecido. Esta cumbre de la dramaturgia universal es un prodigioso Titanic que mantiene al espectador con el alma en un ay, por mucho que sepa desde el principio dónde está la inevitable montaña de hielo. La gran estructura, desde el bucólico encuentro de los amantes a la escena en la que son cadáveres, es impecable. El trazo fino, la belleza del verso, admirables. En el centro, ese diamante del Sin mí, sin vos y sin Dios, parteaguas dramático que glosa un lugar común de la lírica elevándolo a altura estratosférica.


Pimenta parece haberse concentrado en no poner obstáculos al fluir puro de esta maravilla. Aciertan la escenografía al tirar hacia lo monumental y la luz al tender al tenebrismo pictórico; la música subraya y los intérpretes (Notario, Castejón, Argüello y Baldrich en vanguardia) pisan firmes por la ruta de la perdición que la versión de Tato facilita. Una gran función, un gozo escuchar el verso así cobijado. Y, sin embargo, algo me falta. Quizá ese retumbar premonitorio de la tragedia que tan a menudo se oye nítido en las puestas en escena de Shakespeare y que aquí, en mi modesta opinión, llega un poco tarde.

Vi después que Vallejo dijo algo parecido sobre el déficit trágico, ¡albricias! Tengo tal fama de pitufo gruñón que me alegra coincidir con alguien de vez en cuando. Aparte de Kritilo, con el que -milagrosamente- tengo un índice de acuerdo que debe de estar por encima del 50%. Me faltó decir ahí que la versión de Tato era impecable, y vuelvo a celebrar mi propia opinión, porque ya saben quienes me siguen que no comparto el universal aprecio por las producciones de Ron Lalá, y ya van tres dianas: la de El banquete (tienen el enlace más abajo), ésta y la de Mestiza. No se lo creerán, pero me encanta que me guste el trabajo de todo el mundo. Los creadores para los que no tuve sitio en papel son Mónica Teijeiro (escenografía) y Juan Gómez Cornejo (iluminación).

Una pega que no salió ahí: la primera escena. En ese tono (al que tengo que buscar un nombre pinturero) de "teatro clásico español".  En cualquier caso, el espectáculo bien valía la pena. De Notario, Castejón y Argüello, todos hablamos a menudo, pero quizá no esté de más subrayar que Lola Baldrich es otro valor sobre el que se puede apostar siempre sobre seguro. Cuando cuelgo esto, me parece que le quedan cuatro representaciones, quizá estén a tiempo todavía.
P.J.L. Domínguez

          

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