Sala: Teatro Valle-Inclán Autor y director: Juan Mayorga Intérpretes: María Galiana, José Luis García-Pérez, Ivana Heredia, Julia Piera, Tomás Pozzi y Clara Sanchis
(la función ya no está en cartel)
Tengo tal sensación de culpa por haberme perdido Intensamente azules, que les voy a colgar la crítica de El mago, a pesar del enorme retraso.
Esto fue lo que publiqué en la Guía del Ocio:
PESO ATÓMICO
Le vi a Mayorga Reikiavik, y aquel concentrado de inteligencia me impresionó. Repito con El mago. Un objeto de peso atómico tan descomunal, una concentración tal de elementos, que a quien diga que ha oído ecos de… cualquier cosa, habrá que creerle. Primero se materializa Woody Allen, pero, de inmediato, incluso al primer vistazo, saltan Coward, Buñuel, Maeterlinck,… ¿Que Coward y Materlinck no pueden convivir? ¡Hasta me pareció ver al fondo a Ionesco y Casona del brazo!
Los primeros veinte minutos parecen -con la colaboración de Curt A. Wilmer, cuyas escenografías se pegan a cada pieza como una segunda piel- un juguete, una comedia de salón descarrillada. Pero la sabia combinación de texto y dirección dosifica las entradas, el amontonamiento de significados, el paseo por climas diversos, y el supuesto juguete revela su complejidad. Virtuoso arco dramático que consigue algo infrecuente: que del largo rato que sucede al clímax no sobre ni un minuto.
El elenco funciona como engrasado. El papel de Sanchis parece escrito ex profeso para ella. Pero lo de Pozzi es prodigioso. No hay un segundo sin que lo que ocurre no tenga el reflejo más agudo en su semblante. Nunca tengo tiempo de ver dos veces la misma pieza, pero ésta no se me escapa: me supo a poco.
P.J.L. Domínguez
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