martes, 5 de junio de 2018

EL BANQUETE

Sala: Teatro de la Comedia Autores: fragmentos de autores clásicos seleccionados y adaptados por Nancy Huston y/o Álvaro Tato Directoras: Helena Pimenta y Catherine Marnas Intérpretes: Lola Baldrich, Pablo Béjar, Jimmy Castro, Gonzalo de Castro, Aleix Melé y Manuela Velasco Duración: 1.25'
(la función ya no está en cartel)


En la foto falta el público, pero me gustan tanto Manuela Velasco y Pablo Béjar
que no he podido resistirme. Qué monos, qué majos, qué buenos.
Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:

CASI HASTA LAS LÁGRIMAS

No me suelen gustar los espectáculos a base de fragmentos de obras, tanto menos clásicas. Entre otras cosas, porque los textos que se arman para intercalar entre los recitados están siempre –no puede ser de otra forma- muy por debajo de los modelos que enmarcan. Por no hablar de dramaturgias. Tampoco me entra casi nunca por el ojo derecho el buenrollismo, eso de que los intérpretes parezcan todo el tiempo de muy buen humor, energéticos y compadreando con el respetable. Si el buenrollismo se acompaña de guitarra, ni te cuento; me pueden dar los siete males.

    Pero el teatro es territorio sin ley, y he aquí que El banquete, donde seis intérpretes de inmejorable buen rollo compadrean con los espectadores, comparten copas de vino, cantan (hasta con guitarra) e intercalan entre los clásicos textos pergeñados para hilvanar el conjunto… he aquí, les decía, que me arrastró, me encantó y llegó a emocionarme casi hasta las lágrimas. 

Un casting inmejorable: todo el mundo sabe de las capacidades de Lola Baldrich y Gonzalo de Castro; y Aleix Melé y Jimmy Castro están muy centrados; pero a Manuela Velasco y Pablo Béjar mejor no perderlos de vista. Otra cosa que odio es el uso indiscriminado del término “lujo”, pero está visto que me toca superar mis barreras. Tener a estos seis declamando lo más florido del repertorio a unos palmos de la propia nariz no es otra cosa: un lujo.

Hasta el momento, no he podido satisfacer la curiosidad por saber en qué ha consistido exactamente la codirección de Marnas y Pimenta. Estas cosas suelen terminar en catástrofe (véase Scratch) y, como no es el caso, me gustaría enterarme de si se han repartido las versiones en castellano y en francés (tú haces ésta y yo la otra), si han codirigido efectivamente en carne mortal o si una función deriva de la otra. Dado que la programada en Burdeos menciona una fuente original en francés (L'espèce fabulatrice, de la canadiense Nancy Huston, crédito difícil de encontrar en la página de la CNTC, porque está perdido al pie del elenco), formulo la hipótesis provisional de que esto sea la versión castellana montada por Pimenta de la versión francesa montada por Marnas basada en un texto original de Huston y adaptada aquí por Álvaro Tato. Conste que esto no supone demérito para nadie, la originalidad pierde su aura en cuanto uno se lee las fuentes de las piezas de Shakespeare. Si averiguo esto con certeza, ya se lo contaré.

Con la manía que tengo últimamente de colgar las cosas a toro pasado, es inútil que les recomiende la función si no la han visto. A ver si me pongo las pilas. Pero procuren no perderse a Manuela Velasco y Pablo Béjar en lo siguiente que hagan. De Béjar ya dije que era un descubrimiento cuando lo vi en Haz clic aquí y me gustó con La Joven Compañía (no la del clásico, la otra que se llama casi igual). Velasco también me ha gustado siempre, pero tengo la sensación de que no para de crecer.

Nota final: decía la crítica en papel que los textos que se arman para intercalar entre los recitados están siempre –no puede ser de otra forma- muy por debajo de los modelos que enmarcan, así que es oportuno señalar que los de Tato se defienden muy bien. También porque están muy bien defendidos por los bruscos cambios de registro que Pimenta impone. Es mucha Pimenta.
P.J.L. Domínguez
          

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