Sala: Teatro Cofidís Alcázar Autores: Patrick Haudecoeur y Danielle Navarro (versión de Julián Quintanilla) Director: Quino Falero Intérpretes: María Luisa Merlo, Juan Antonio Lumbreras, José Luis Santos, Esperanza Elipe, Ángel Burgos, Óscar de la Fuente y Rocío Calvo. Duración: 1.40'
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no está en cartel)
No está mal,
pero tampoco para echar cohetes. Locos
por el té (Thé à la menthe ou t'es citron?)* viene precedida por un estrepitoso éxito en Francia que le valió
el Molière al mejor espectáculo cómico en 2011 (estaba nominada también Una boda feliz, ahora en el Marquina). Es una comedieta
graciosa, pero no resiste la comparación, ni de lejos, con Qué desastre de función, su estrecha pariente argumental. En ambos casos, una compañía ensaya un
espectáculo cutre. En ambos casos, las relaciones entre los protagonistas
distan de ser idílicas, y sus capacidades interpretativas presentan notables
altibajos. En ambos casos, asistimos a la representación del espectáculo, tan
plagada de errores y meteduras de pata como todo lo anterior hacía prever.
Errores tanto más cómicos cuanto que estamos previamente advertidos de cuáles
serían las acciones correctas y que, con frecuencia, conocemos hasta el motivo
del cantado patinazo.
Es éste un tipo de comicidad completamente asentada en el momento y el tono exactos de cada frase. Si no, se queda en nada. Aquí, a veces funciona y a veces no. En mi modesta opinión, la cosa se queda un poco corta de dirección, y me parece extraño después de aquel Manual de la buena esposa que Falero dirigió, precisamente, más hacia lo milimetrado que hacia el extremo opuesto. También me gustó su Matrimonio de Boston con Antonia San Juan y Rocío Calvo. En fin, para serles sincero, tengo que decir que el público se tronchaba a mi alrededor. También se mondaron algunos en El viaje a ninguna parte mientras yo me aburría como una cebolla y mi señora madre me preguntaba "pero, ¿por qué se ríen?". Algún día les contaré mi hipótesis.
La Merlo se las compone bien -yo creo que se las compondría en cualquier situación- y Juan Antonio Lumbreras hace, entre las carcajadas del respetable, casi el mismo personaje que hacía en El inspector de Miguel del Arco.
* El título en francés es un ingenioso juego de palabras. Thé à la menthe ou t'es citron? suena igual que Thé à la menthe ou thé citron? En el segundo caso, ¿Té con menta o té con limón? En el primero, ¿Té con menta o estás mal de la cabeza?
La Merlo se las compone bien -yo creo que se las compondría en cualquier situación- y Juan Antonio Lumbreras hace, entre las carcajadas del respetable, casi el mismo personaje que hacía en El inspector de Miguel del Arco.
P.J.L. Domínguez
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