viernes, 4 de noviembre de 2016

PERPLEJO

Sala: Teatro Galileo Autor: Marius von Mayenburg Director: Tito Asorey Intérpretes: Melania Cruz, Fernando González, Fran Lareu y Laura Míguez Duración: 1.25' 
La función ya no está en cartel


Esto es Perplejo, vayan calculando. Les pongo otra más abajo para que tengan un poco de perspectiva. Son Cruz, Mínguez, González y Lareu.
Séptima entrega de las funciones perdidas de la temporada pasada (empecé con ésta que les enlazo). Me daba MUCHA pena dejar a Perplejo sin ninguna mención. Creía que había pasado por el Galileo sin pena ni gloria, pero veo que hubo hasta critica de Vallejo en El País. Un texto del alemán Marius von Mayenburg con un título perfectamente puesto. Así se queda uno, perplejo, cuando empiezan a pasar cosas. Un texto que demuestra que aún se puede hacer mucho jugando con el concepto de género. Esto está entre el Mihura de Tres sombreros de copa y una sit-com, pero por más que les explique, creo que se van a enterar mejor si miran las dos fotos que les he puesto. Muchos de los comentadores, la propia compañía -y, a lo mejor, el mismo autor- han subrayado que el desparrame del argumento (cambia todo de una escena a otra, este era tal ahora es cual, eran los propietarios ya no lo son...) hace referencia a la situación actual de Europa. Hay basura que huele (digo en la función, en Europa ya se sabe). Pero ya saben mis habituales que esto del tema me pone nervioso. Claro que las ficciones tienen tema. Otelo haba de los celos. Pero la frase "Otelo habla de los celos" es de una cortedad insufrible. Un artículo científico que se titule Celopatías asociadas a demencias seniles habla de los celos. Otelo es mucho más. Esta semana decía Pere Gimferrer en una entrevista que el tema de la poesía es siempre la poesía. 

El tema del teatro es siempre "a ver si consigo un artefacto que se tenga en pie durante una hora y veinticinco (en este caso) con estos mimbres". Los mimbres de Perplejo son tan peculiares que les ruego consideren eso de la podredumbre de Europa como algo completamente secundario. 


Tito Asorey había dirigido a la compañía gallega iLMaquinario (se escribe así, ya saben cómo son los artistas) en El hombre almohada, que estuvo en Madrid, pero que me perdí. Lo siento ahora, porque esto está muy, pero que muy bien llevado, y el reto de una cosa que cambia de aspecto cada pocos minuto sin dar tregua era considerable. Los intérpretes están estupendos (aquí tienen un dossier donde los encuentran a los cuatro). Me gustó mucho Fran Lareu, uno de esos tipos que tienen muchísimo más carisma en vivo que en las fotos. Y también Laura Míguez, graciosísima, a veces con un aire interpretativo a la gran Macarena Sanz. Escenográficamente sencilla -no le hacía falta más- e impecable (Luis Iglesias, "Luchi") y con un vestuario chisporroteante (el texto ayuda) de Yaiza Pinillos (La venus de las pielesen 2014). Una de las piezas de la temporada: el disfraz de volcán que lleva Míguez, entre campesina mallorquina y una imagen de la Virgen. Inenarrable verla recorrer el escenario con ese invento bamboleándole encima. La tienen en la foto de arriba del todo.

No sé si la función seguirá viva, pero si les pasa cerca no se la pierdan. (Acabo de comprobar que estuvo en Valencia el pasado día 29, así que ¡sigue viva!)
P.J.L. Domínguez

          

1 comentario:

Anónimo dijo...

La actriz de esta función se llama Laura MÍGUEZ; y no Mínguez como escribe varias veces en esta reseña.
Un abrazo.

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Ánimo, comente. Soy buen encajador.