domingo, 16 de octubre de 2016

LA VILLANA DE GETAFE

Sala: Teatro de la Comedia Autor: Lope de Vega (versión de Yolanda Pallín) Director: Roberto Cerdá Intérpretes: Ariana Martínez, Mikel Aróstegui, Marçal Bayona, Raquel Varela, Paula Iwasaki, Carlos Serrano, José Fernández, Almagro San Miguel, Alejandro Pau, Migual Ángel Amor, Loreto Mauleón, Nives Soria, Marina Mulet, Alfredo Noval, Pablo Béjar, Sergio Otegui y Pepa Pedroche Pla Duración: 2.00'
La función ya no está en cartel


No encuentro foto que idea de la escenografía. Es Paula Iwasaki.

Quinta entrega de las funciones perdidas de la temporada pasada (empecé con ésta que les enlazo, a veces me asalta la idea de que dedico a todo esto un esfuerzo digno de mejor causa).

Resultado de imagen de la villana de getafe teatro de la comedia
La villana de Getafe, ni mucha pena ni mucha gloria. Un montaje correcto, pasado de rosca en algunas cosillas: la sobrexplotación del truco escenográfico (unas perforaciones en el panel frontal que, con la proyección adecuada, se convertían en automóvil); las escenas subidas de tono (perdonen la expresión trasnochada, no sé cómo decirlo) en pantomima en el segundo piso del edificio representado en escena, con un tratamiento tirando a vanguardia que desentonaba con el resto; el recurso a... ¿los porros?... ahora no recuerdo si fumaban o esnifaban, pero algo de eso hacían demasiadas veces. En fin, un abuso de los excesos energéticos que parecen obligados siempre que se quiere subrayar la juventud del montaje y que, sorprendentemente, casi siempre le quedan bien a la Joven Compañía (la otra) y casi nunca a nadie más. Todo es licito, pero la juventud puede demostrarse por muchas otras vías. La más simple de todas, la simple apariencia. ¿Algo más obscena y aparatosamente evidente que la juventud para los que nos deslizamos ya por la pendiente con cierta rapidez?


Tampoco vayan a pensar que la función fuera horrible. Pasé un  buen rato (cosa que, últimamente, no puedo decir a menudo). Estaban Pepa Pedroche y Sergio Otegui, dos de mis debilidades. Y, además, conocí tres estupendos intérpretes jóvenes. Ése es el motivo de que me haya pasado todo este tiempo acarreando el programa de mano en la mochila: no quería dejar de mencionarlos.

Muy bien Ariana Martínez como Doña Ana (la tienen en la foto, aquí a la izquierda). Creo que tuvo la mala suerte de quedar un poco desdibujada en la percepción general por tocarle una protagonista (la siguiente que mencionaré) que se llevó, muy merecidamente, las alabanzas. Pero me pareció encantadora en la impostación y el amaneramiento de la superpijorrotona, imponiéndose a un vestuario que no cualquiera sabría habitar. Un poco Kirsten Dunst en María Antonieta, pero en borde. 

Paula Iwasaki se llevó, les decía, todos los elogios como Inés, y bien estuvieron los elogios. Suelta, madura... muy cabal dijo García Garzón, creo que queriendo dar a entender lo mismo: una actriz ya hecha. Tiene papel en El perro del hortelano que se estrena esta semana, ya les contaré.


Carlos Serrano
Aunque motivo de alegría, no es extraordinario que dos jóvenes actrices demuestren su buen hacer en sendos papeles protagónicos. Más raro resulta lo de Carlos Serrano, que -me parece a mí- consiguió llamar la atención en una parte cortita. Eso es saber pisar un escenario. Siempre les digo que es muy díficil, o directamente imposible, juzgar a un actor la primera vez que uno lo ve, pero no creo equivocarme con éste. Qué aplomo, qué manera de moverse y decir las cosas como si fuera el centro de la función. ¿Exagero? Pues no lo sé, pero han pasado casi cinco meses y tengo el recuerdo bien fresco. La joven hace una Fuente Ovejuna esta temporada, pero aún no han publicado el elenco. A ver si aparece, por ahí o por donde sea. En la foto está en el papel de la función, el de Hernando. 

[Un segundo antes de colgar esta crítica, las campanillas resuenan en mi memoria, y caigo de golpe en que ya me gustaron Ariana Martínez en el Don Juan Tenorio de la Portillo y Carlos Serrano en El loco de los balcones de Tambascio, y ya era complicado gustar en aquellos dos engendros. Lo que viene a corroborar que el talento, como la inteligencia, es una de las cosas más difíciles de ocultar]

Quédense con los tres nombres.
P.J.L. Domínguez

          

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ánimo, comente. Soy buen encajador.