Sala: Teatro Infanta Isabel Autor: Jordi Galcerán Director: Gabriel Olivares Intérpretes: María Barranco, Francesc Albiol, Aurora Sánchez y Vicente Romero Duración: 1.25''
Información práctica (el enlace no operativo puede significar que la función ya no esté en cartel)
Sánchez, Barranco, Albiol y Romero. Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:
Olivares debe de ser, si no el más prolífico, uno de
los directores más habituales de la cartelera de Madrid. En poco tiempo, le he
visto Verónica (codirigida con Carlos
Molinero), Una boda feliz y El nombre, y no es lo único que ha hecho
en ese período. Las tres son piezas de entretenimiento bien escritas y bien
montadas. También Cancún, aunque no
sería justo dejarla con esa única etiqueta. Se deja ver como comedieta de
evasión, pero a ratos destila otros humores, algo habitual en el teatro de
Galcerán. La protagonista se ve en el brete de comparar al marido con el que
lleva media vida con otro, que pudo ser pero no fue. Y basta esa frase de
presentación para sospechar, al fondo, resonancias de El baile o La vida en un hilo
de Neville. Algo de su melancolía asoma entre los resquicios de las peripecias
cómicas.
Creo que
María Barranco está exactamente como su público espera que esté, así que
cumple. Vimos a Albiol eficaz en Una boda
feliz, y sigue eficaz. Vicente Romero, que creo que ha hecho menos teatro,
se las arregla bien. Aurora Sánchez, estupenda: tiene ese don, impagable en la
comedia, de saber colocar la frase y el mohín. En fin, una pieza agradable, de
ésas de irse al teatro a pasar la tarde.
Sólo añadiré una cosilla:
Además de Neville, también hay un eco amortiguado de Cuatro corazones con freno y marcha atrás de Jardiel. Aunque, como les digo siempre, en esto de los parecidos tengo yo a menudo una visión poco compartida por los demás. Tómenlo con pinzas. En eso -en Jardiel- me gustaría ver a Aurora Sánchez.
P.J.L. Domínguez
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