domingo, 5 de junio de 2016

CINCO HORAS CON MARIO

Sala: Teatro Bellas Artes Autor: Miguel Delibes (versión de Miguel Delibes, Josefina Molina y J. Sámano) Directora: Josefina Molina Intérprete: Lola Herrera Duración: 1.20'

Información práctica (el enlace no operativo puede significar que no está en cartel)

Foto de Sergio Toro.
Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:

Leída a edad precoz, Cinco horas con Mario me pareció el retrato de una bruja mediocre que había amargado la vida a un hombre íntegro. En la madurez, justo lo contrario: una pobre mujer aplastada por el ciego machismo de un egoísta. Ahora que me deslizo hacia la senectud, los entiendo a ambos. Eso habla, en primer lugar, de la lentitud de mis entendederas, pero define también lo que es un clásico: se revela progresivamente. Como aquello que se dijo siempre del Quijote: los niños se aburren, los mayores se divierten, los viejos lo entienden.


    Treinta y siete años lleva Lola Herrera desmenuzando este texto hasta el nivel atómico y asegura que entiende mejor ahora a Carmen Sotillo. Que le produce ternura y angustia. Quizá sea así siempre. Quizá, si pudiéramos estudiar a cada semejante desde dentro, todos nos producirían ternura. Odio ponerme hiperbólico, pero la empatía con el personaje que la posee a diario se traduce en una interpretación que me atrevería a calificar de insuperable. El trabajo de Josefina Molina es invisible, el mayor elogio que cabe hacer a la dirección de escena. Hay que pensarlo después para comprender que su larga mano está por todas partes. 

Es infrecuente que una peluca aparezca en una crítica de teatro, pero ésta se lo merece: la que Gema Moreno ha colocado a la actriz habla a gritos del personaje y su tiempo.
P.J.L. Domínguez
          
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