Sala: Teatros del Canal Autor: Alberto Conejero (sobre los personajes de Miguel de Cervantes) Director: Salva Bolta Intérpretes: Rulo Pardo y Santiago Molero Duración: 1.30'
(La función ya no está en cartel)
Escribí "lo que acabo de contar en dos líneas" un poco lejos de las dos líneas. Por si no quedaba claro, es el nudo argumental (los personajes odian a Cervantes y quieren publicar su propia versión de los hechos) lo que se repite demasiadas veces, sin ninguna necesidad. El espectador lo entiende a la primera.
Sí, sé que la estoy colgando tardísimo, pero me han vuelto a pillar todos los toros. Tengo montones de funciones vistas y sin comentar. A ver si las voy recuperando.
Santiago Molero y Rulo Pardo Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:
Andan nuestros conciudadanos soliviantados, porque
los fastos cervantinos les parecen pocos. Tengo para mí que exagerar la celebración
del pasado es indicio de la incapacidad social para apoyar la creatividad
presente en todas sus formas, así que, en lo que a mí respecta, a menos efemérides,
mejor.
Tras Cervantina -debo de ser el único que no
ha caído rendido a los pies de Ron Lalá- llega esta fantasía de Alberto
Conejero sobre Rinconete y Cortadillo. Viven
juntos desde el encuentro con Cervantes, que les ha amargado la vida por
contarla distorsionada. Están obsesionados por publicar la verdad y restaurar
su fama. Esto da pie a Conejero -éxito atronador con La piedra oscura- para escribir una comedia entretenida y
sentimental, yo diría que bastante cervantina en su fondo, y en la que abunda
la sátira a la putrefacta realidad de ahora mismo. El texto ganaría bastante
podándole la reiteración con la que se recuerda al espectador lo que acabo de
contar en dos líneas.
Como,
además, la dirección pierde aliento de tanto en tanto, sale uno pensando que la
función sería espléndida con veinte minutos menos. Pero ahí están Rulo Pardo y
Santiago Molero, dos actores como las copas de dos pinos, que con un gesto de
las manos o de las cejas ponen el vagón en su sitio cada vez que descarrila.
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Y una pequeña aclaración:
Escribí "lo que acabo de contar en dos líneas" un poco lejos de las dos líneas. Por si no quedaba claro, es el nudo argumental (los personajes odian a Cervantes y quieren publicar su propia versión de los hechos) lo que se repite demasiadas veces, sin ninguna necesidad. El espectador lo entiende a la primera.
Sí, sé que la estoy colgando tardísimo, pero me han vuelto a pillar todos los toros. Tengo montones de funciones vistas y sin comentar. A ver si las voy recuperando.
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Ánimo, comente. Soy buen encajador.