Sala: Teatro Nuevo Alcalá Autor y director: Jordi Millán Intérpretes: Xavi Tena, Toni Torres, María Garrido Meritxell Durò, Annabel Totusaus, Alexandra González, Babeth Ripoll, Bernat Cot, Montse Amat, Oriol Burés y Àlex Esteve. Duración: 2.25'
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no está en cartel)Primero de los dos espectáculos incluidos en el precio de la entrada. |
Imagen que quizá les dé una pálida idea del despiporre que se monta después. |
Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:
Con
los tiempos que corren, quizá sea oportuno señalar que Campanadas de boda son dos
espectáculos por el precio de uno. En el primero, Hortensia y Margarita –dueñas
en Madrid del emporio florista Las
Catalanas y, respectivamente, madre y tía soltera- organizan el bodorrio de
Violeta con una estrella de Bollywood. Bodorrio a la altura de su relevancia
social. O sea: que el escenario es tomado por limpiadoras, modistos, peluqueras,
la tuna (sí, la tuna), auxiliares de toda índole… además de los más o menos
estrafalarios miembros de la familia, desde la brasileña exuberante hasta la
tía ultraconservadora. Todos a la vez, todos progresivamente más desaforados y
todos coordinados en un prodigioso timing
que nadie mejor que La Cubana es capaz de articular. Costumbrismo
deliciosamente pasado de vueltas, no por ello menos reconocible por cualquiera
que se haya visto en trance parecido.
Pero llega la boda… y lo que era una
función de teatro se convierte en un desmadre que no debo destripar. Sólo diré
que el teatro es ocupado, que se repite la interacción con el vídeo de Cegada de amor y que los bocadillos de Cómeme el coco negro son sustituidos por
pamelas. Están todos superlativos, pero son Totusaus y González los motores
principales. Impresionantes vestuario, escenografía y alarde de vídeo. De la
música, me quedo con “De teja y mantilla”,
por Meritxell Duró.
Y esto lo que escribí el día que colgué el enlace:
Si me siguen estos últimos días, verán que voy con retraso y que estoy colgando las críticas de la Guía mondas y lirondas, sin más comentario. Paciencia, espero volver pronto al habitual trote cochinero. Pero esta vez, algo tengo que añadir: si tienen penas, sinsabores, amarguras... no se pierdan Campanadas de boda. Les aseguro que durante dos horas y media se les olvidará todo lo que les atribula.
P.J.L. Domínguez
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