Sala: Teatro del Arte Autor y director: Iván Bilbao Intérpretes: Silvia Vacas y Fede Rey Duración: 1.00'
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no esté en cartel)
La foto más ilustrativa que encuentro. La he tomado de myplacestobe.com Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio: SUAVE ESCALADA
Veo Brotada,
y me llegan los ecos del sutil parentesco con otra cosa vista hace tiempo: Luciérnagas, de Carolina Román. Misma
sala, mismo actor (Fede Rey), mismo teatro de la modestia, misma excavación en
las relaciones de familia, la misma sensación de que la función escala con suavidad
la pendiente que conduce a la implicación emocional del espectador. Porque Brotada empieza pareciendo una cosa, y
luego es otra. Empieza un poco didáctica, como si quisiera concienciar –un verbo que chirría en el teatro cuando es explícito-
sobre la espinosa convivencia con alguien cuyos mecanismos mentales no
transitan por vías ordinarias, pero al rato se va transformando en un delicado
–a pesar de los gritos- paisaje de amor y entrega. Y no quiero destriparla,
pero el último minuto encierra un bien urdido (en la escritura) cambio de
género.
Digo en la
escritura, porque la dirección hubiera podido sacar más rendimiento tanto al
desenlace como a una revelación que se
produce poco antes. En ambos casos, todo es un poco abrupto. Eso le falta a la
función para ser redonda. La iluminación ayuda, y Fede Rey y Silvia Vacas
defienden muy bien el texto. La primera, sorteando hábilmente el riesgo de
hartarnos y el segundo, haciendo verosímil la ingenuidad. Habría que darle un
poco más de espacio para interpretar el giro final del personaje.
Ha pasado una semana desde que la vi, y aún me va gustando más en el recuerdo. Un teatro de los sentimientos, pausado, creíble, sin ostentación.
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P.J.L. Domínguez
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