Sala: Teatros del canal Autora: Mercedes Morán Director: Claudio Tolcachir Intérprete: Mercedes Morán Duración: 1.20'
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no esté en cartel)
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no esté en cartel)
No hay manera de encontrar una foto que dé idea de la escenografía. Unos pocos muebles, una alfombra y una proyección detrás, no hace falta más. |
Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:
Parece que la
importación de talento teatral argentino es una tendencia que se consolida.
Ciro Zorzoli y Claudio Veronese estrenaban en Madrid hace pocas semanas. Rafael
Spregelburd llega en enero. Claudio Tolcachir, ya muy asentado entre nosotros,
se ha traído de la mano a Mercedes Morán, una actriz que lo ha hecho todo en
Argentina.
Ella misma
es autora de ¡Ay, amor divino!, estrenada
en Mar del Plata hace seis meses. Un texto de cimientos autobiográficos sin
afán de exhaustividad o cronología completa, estructurado en fogonazos sobre la
anécdota tierna, cómica o dramática. Cosido a medida para sus capacidades. Esto
puede parecer obvio, pero no lo es: conocerse a fondo es el primer mérito del
intérprete.
En un
montaje sin apenas artificio escenógrafico –unas sillas, unas alfombras, alguna
modesta proyección- Morán se mueve siguiendo al pie de la letra el consejo de
una amiga: “Hacélo como en el living de
tu casa”. Un alarde de naturalidad (ojo, la naturalidad en el teatro es
siempre fruto del esfuerzo consciente) que condensa las capacidades de una vida
dedicada a la interpretación. Tolcachir ha hecho lo mejor que podía hacer:
desaparecer, ejercer una dirección invisible a los ojos del espectador. El
resultado es un rato delicioso.
Y alguna cosilla que no cabía allí:
Y alguna cosilla que no cabía allí:
Me caigo de sueño, me parece que lo dejo para mañana...
P.J.L. Domínguez
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Ánimo, comente. Soy buen encajador.