Ya saben que el blog está clavado a un formato de critica de un espectáculo concreto por entrada, que no quiero desparramarme. Sin embargo, y como parece que la temporada viene nutrida de reposiciones, se me ha ocurrido recomendarles algunas cosas por si se las perdieron. Como verán, por motivos diversos.
La vida es sueño: el superbombazo de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. ¿No me creen? Miren lo que dice un colega argentino: un acontecimiento escénico de una intensidad arrolladora para la experiencia de todo espectador, esté o no habituado al teatro en verso. Volverá al Pavón en marzo, llámenme paranoico, pero yo me sacaría las entradas ya mismo. La temporada pasada llenaron todas las representaciones.
Por los ojos de Raquel Meller: no es exactamente una reposición, porque la producción ha variado bastante para adecuarla al escenario del Reina Victoria. Pero lo que queda del original justifica verla, sobre todo si es usted devoto de la época. Ya está en cartel.
Kafka enamorado: El Centro Dramático Nacional programa otra vez esta pieza de teatro de cámara que está en el polo opuesto de las dos anteriores. Teatro reducido, modesto, hecho con detalle. Gustó a todo el mundo, que yo sepa. De enero a marzo.
Maridos y mujeres: Si me leyeron, sabrán que no me gustó mucho, pero es uno de esos montajes que hay que ver para estar al día, en un estilo que se lleva mucho. Y tampoco es ningún pestiño, mucha gente salió entusiasmada.
El manual de la buena esposa: Quizá, la comedia del año. Está plagada de momentos hilarantes, como el de la ducha de las nazis, pero me quedo con los coros y danzas de la apoteosis final. Es una de esas funciones a las que puede llevar a cualquiera: a los primos que vienen de Segovia o a las compañeras de instituto de su hija.
El cavernícola: Lleva camino de ser en Madrid lo que La ratonera es en Londres. Me resisti durante mucho tiempo, convencido de que sería un texto machista y ramplón. Y de eso nada. Vayan en pareja, y se caerán de la butaca de risa. O vayan solos, y se caerán de la butaca de risa.
Burundanga: Otra opción para función de risas sin más complicaciones. Tampoco hay quien la saque de la cartelera. Ha ido cambiando de elenco desde que la vi, pero supongo que la sigue manteniendo la excelente estructura cómica del texto.
Un pasado en venta: lean mi crítica y corran a comprar entrada. Les queda esta semana.
De noche justo antes de los bosques: Ha saltado de El Sol de York al Teatro del Arte, si les caía lejos ya no tienen excusa. Un duro monólogo de Koltés muy bien dirigido y muy bien interpretado.
Después de esto, se me van los dedos a escribir una entrada sobre las reposiciones que deberían evitar, pero voy a abstenerme. Empecemos de buen rollo.
Maridos y mujeres: Si me leyeron, sabrán que no me gustó mucho, pero es uno de esos montajes que hay que ver para estar al día, en un estilo que se lleva mucho. Y tampoco es ningún pestiño, mucha gente salió entusiasmada.
El manual de la buena esposa: Quizá, la comedia del año. Está plagada de momentos hilarantes, como el de la ducha de las nazis, pero me quedo con los coros y danzas de la apoteosis final. Es una de esas funciones a las que puede llevar a cualquiera: a los primos que vienen de Segovia o a las compañeras de instituto de su hija.
El cavernícola: Lleva camino de ser en Madrid lo que La ratonera es en Londres. Me resisti durante mucho tiempo, convencido de que sería un texto machista y ramplón. Y de eso nada. Vayan en pareja, y se caerán de la butaca de risa. O vayan solos, y se caerán de la butaca de risa.
Burundanga: Otra opción para función de risas sin más complicaciones. Tampoco hay quien la saque de la cartelera. Ha ido cambiando de elenco desde que la vi, pero supongo que la sigue manteniendo la excelente estructura cómica del texto.
Un pasado en venta: lean mi crítica y corran a comprar entrada. Les queda esta semana.
De noche justo antes de los bosques: Ha saltado de El Sol de York al Teatro del Arte, si les caía lejos ya no tienen excusa. Un duro monólogo de Koltés muy bien dirigido y muy bien interpretado.
Después de esto, se me van los dedos a escribir una entrada sobre las reposiciones que deberían evitar, pero voy a abstenerme. Empecemos de buen rollo.
P.J.L. Domínguez
Nota del 9 de octubre: ¡Olvidé La realidad de Despeyroux, con la Orazi! Demasiado tarde. Esto me pasa por improvisar.
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Ánimo, comente. Soy buen encajador.