martes, 7 de mayo de 2019

TUS MUERTOS (QUE SON LOS MÍOS)

Sala: Sala Tribueñe Autor y director: Hugo Pérez de la Pica Intérpretes:  Carmen Rodríguez de la Pica, Candela Pérez, Helena Amado, Raquel Valencia y Rocío Díaz (músicos: Tetyana Studyonova, piano; Mario Parrana, guitarra; Jesús Chozas, cantaor) Duración: 2.40' (1.10´ + entreacto de 15' + 1.15') 
Información práctica (el enlace inactivo puede significar que la función ya no está en cartel)




SI VA MUY LENTO CON EXPLORER, INTÉNTELO CON CHROME

Ésta fue mi crítica en la Guía del Ocio:

LA EMOCIÓN Y EL INTELECTO

La emoción. Para que nadie pueda pensar, leyendo el segundo párrafo, que se trata meramente de un alarde técnico-estilístico, conviene dejar claro que las creaciones de Pérez de la Pica apuntan sus dardos al sentimiento. La visión de sus propuestas da acceso directo a un poso de cultura popular enterrado en cada uno de los espectadores, que muchos no tendrán conciencia previa de poseer. De ahí el título: estos muertos son de todos. La visión de sus espectáculos produce una gozosa epifanía de reencuentro con una parte de nosotros mismos.

El intelecto. Tras el puro placer sensorial de más de dos horas y media de representación, se amontonan las preguntas. ¿Cómo es posible que una sola persona domine los códigos de tantos géneros (flamenco, copla, folklore, cuplé…)? ¿Cómo es posible que ese dominio se extienda desde la expresión facial y corporal hasta el fastuoso alarde de un vestuario que va del Sacromonte al Modernismo, pasando por Romero de Torres y Ortiz Echagüe? ¿Cómo es posible esta iluminación exquisita con dos puñados de focos?


Lo he dicho otras veces, pero es preciso repetirlo en interés del lector. Quien no haya entrado en Tribueñe se pierde una propuesta sin parangón posible. Y atentos, porque Alarde de Tonadilla, otra joya, se va en un mes.

Acabo de comprobar que nunca colgué la de Canela, así que la copio aquí. Entre otras cosas, porque -si no entendí mal- Tus muertos es una especie de segunda versión de aquella. Al menos, lo parece.

EL TIEMPO NO EXISTE

Tribueñe no es una sala de teatro. A primera vista, podría pensarse en la máquina del tiempo, en un túnel que conectara los siglos, en el templo sagrado de la nostalgia. A segunda vista, las cosas no son tan fáciles. El revival es solo la cascarilla de lo que allí se ve. Es como si ese lugar se encontrara ubicado en una grieta del continuo espacio-temporal, un pliegue en el que los mundos separados por eones se perciben de un vistazo. Ya decían Einstein y Lola Flores que el tiempo es sólo una ilusión. Hugo Pérez de la Pica lo demuestra en sus montajes, en los que nos damos cuenta de que mucho de lo que amontonamos en el pasado está en realidad escondido en nuestro interior. El tiempo, si existe, no es una línea recta.

    A quien no haya visto una obra de Perez de la Pica hay que decirle, primero, que vaya de inmediato. Y explicarle que es un caso único tanto por el tipo de teatro que practica (fuera de cualquier tendencia) como por el virtuosismo detallista de la puesta en escena. Canela no se despega de esas características. No sé si asombrarme más de la poesía de Pérez de la Pica –declamada entre números- o del pasmoso dominio estilístico de tantos géneros como aparecen en dos horas y media. Rafael de León y Frascuelo, Falla y Concha Jazmines, Paseíto de los Tristes y Rosalía de Castro. Sólo un genio puede resolver en armonía semejante zarabanda.

Lo que son las cosas. La última palabra de mi crítica era "zarabanda", y en esta nueva versión del espectáculo que es Tus muertos hay una. Estupefaciente, con letra de Pérez de la Pica. No tomo notas jamás en los teatros, excepto cuando voy a Tribueñe, donde me paso el entreacto apuntando cosas heterogéneas en el móvil. Y ésa fue la primera que apunté esta vez: zarabanda. Para ir corriendo a preguntar de quién era. Uno de los retos más estimulantes al enfrentarse a estos artefactos es distinguir dónde termina la tradición y dónde comienza la novedad, pero me parece que ya se me ha hecho el oído a pillar a Pérez de la Pica desde el arranque.

Mi amiga MJ, pronta y bien mandada, se metió entre pecho y espalda, estos dos últimos fines de semana, Tus muertos y Alarde de tonadilla. Creo que es ilustrativo que les transcriba su reacción: "¿Cómo es posible que le cuadre todo, hasta la Inmaculada pintada al fondo, con su dosis de distorsión?" Pues sí. Lo más sorprendente de este inmenso almacén de sorpresas es que todo -texto, iluminación, vestuario, coreografía, audiovisuales, interpretación- sea igualmente exquisito y encaje.

Nota final: ¿ven la foto arriba del todo? La irrupción de las cinco artistazas acompañándose de caja, bombo y platillo es un milagro acústico y un salto en el hiperespacio. No se me va a olvidar mientras viva. A ver si algún día tengo tiempo de hablar de todas de una en una.
P.J.L. Domínguez

          

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